Introducción:
Dentro del Espacio Protegido del Parque Rural de Anaga, enclavado dentro
del término municipal de Santa Cruz de Tenerife, se encuentran dos farallones
que constituyen la Reserva Natural Integral de los Roques de Anaga. Situada en
el noreste de la isla, está formada por el Roque de Dentro o Roque de Tierra y
el Roque de Fuera. También incluiremos la Baja de La Palometa, que es un conjunto rocoso que emerge al oeste del Roque de Fuera. El Roque de Dentro es de mayor tamaño, con paredes
verticales donde nidifican las aves y el más cercano a la costa, con una lengua
rocosa que lo une a la ínsula. El Roque de Fuera se encuentra aproximadamente a 800 metros de
la costa, es de menor tamaño y posee dos jorobas, con un perfil menos abrupto;
su altitud no supera los 66 metros. Hemos realizado una caminata por el Macizo
de Anaga con la finalidad de visitar este emblemático paisaje de la isla de
Tenerife, partiendo desde el Caserío de Chamorga, donde hemos llegado a través
de la dorsal del Macizo de Anaga, por la carretera TF-12. Dicha cordal separa
las dos vertientes del macizo: por un lado podemos ver el Roque de Taborno,
Roque Marrubial, Punta Poyata y Taganana; por el otro lado, el Barrio de San
Andrés, El Suculum, Playa de Las Teresitas, Gran Canaria e Igueste de San
Andrés. El clima en esta zona suele ser frío y húmedo, debido a la influencia
de los vientos Alisios, sobre todo en la parte alta de la cumbre, donde el
viento intensifica la sensación de frío. Podremos observar explotaciones
agrícolas de secano y ganadería caprina. Destacar que pasaremos por La
Ensillada, antigua zona de esparcimiento y ocio que ha sido reforestada, dentro
de la Reserva Natural Integral de El Pijaral, donde encontraremos Bosques de
Laurisilva en perfecto de conservación, y unos pitones que sobresalen en la
geografía del terreno, como son el Roque Anambro y el Roque Chinobre.
Como llegar:
Salimos
de Santa Cruz de Tenerife con dirección este, hacia la Playa de Las Teresitas,
por la carretera general TF – 11. En el Barrio de San Andrés, en la rotonda de la
entrada, giramos a la izquierda para conectar con la TF-12. Subimos por la
carretera hacia los Montes de Anaga, zigzagueando durante todo el recorrido.
Antes del kilómetro 12 tomamos un cruce a la derecha, por la carretera de El
Bailadero, catalogada como TF-123. Continuamos por la mencionada vía y nos
encontraremos con el Albergue Montes de Anaga, la Reserva Natural Integral de
El Pijaral, La Ensillada, el Cementerio de Anaga, Caserío de Las Bodegas, La
Cumbrilla y, finalmente, el Caserío de Chamorga, después de recorrer 12
kilómetros desde el cruce de El Bailadero.
Itinerario:
(15,16 h.) Salimos por la trasera del Bar Casa Álvaro, siguiendo la
señalización existente, por el sendero PR. TF- 6.1. Iniciamos la subida hacia
el Roque Bichuelo (645 msnm), giramos a la izquierda en la intersección y
ascendemos por una escalera de piedras, vallada en algunos tramos del
recorrido. Divisamos, a nuestra derecha, el sendero y el barranco que nos lleva
al poblado de Roque Bermejo. Continuamos en paralelo por la ladera de la
montaña hasta alcanzar las Casas de Tafada, donde seguiremos por el sendero de
la derecha. Ahora el camino desciende, entre fayal – brezal y verodes, hacia
una pequeña meseta desde la cual podemos observar los Roques de Anaga, el Roque
Aderno y las antiguas tierras de cultivo de Los Orobales - Las Breñas .
Reanudamos la marcha para dirigimos, a través de un pronunciado descenso, hacia
el Faro de Anaga. A nuestra derecha podremos observar el Caserío de Roque
Bermejo. Llegamos al cruce de Las Palmas de Anaga – Chamorga – Roque Bermejo –
Faro de Anaga – El Draguillo; comprobamos que el Cabildo de Tenerife ha
retirado la señalización del sendero que pretendemos realizar, posiblemente
debido a derrumbes en el trayecto, que pueden significar un peligro para los
usuarios. Extremando las precauciones, continuamos hacia los Roques de Anaga.
En un recodo del camino encontramos una cueva, apta para detenernos, descansar
y avituallarnos. Seguimos la senda, la cual se vuelve un sube y baja constante.
Pronto alcanzamos la Fuente del Junquito, la cual posee un grifo donde podremos refrescarnos. Sin perder de vista los Roques de Anaga, llegamos a un antiguo lagar, el cual se utilizaba para tratar la uva, repartiendo el mosto posteriormente por los caseríos de Anaga. Dejamos atrás dos jóvenes dragos y una casa – cueva, continuando hacia el Barranco del Higueral, próximo al Caserío de Las Palmas de Anaga. Antes de llegar al barranco encontramos, a la derecha, un camino con la marca de sendero no correcto, el cual se dirige en descenso hacia Los Orobales – Las Breñas, cerca de los Roques de Anaga. La mayor parte del trayecto presenta continuos derrumbes del sendero, debido a las lluvias recientes. Entre bancales de antiguas tierras de cultivo, continuamos hacia la costa. Llegamos a un precipicio con dos barranqueras a los lados, las cuales muestran una inestabilidad del terreno. Esta parte presenta un acceso dificultoso para bajar hasta la costa, aunque con paciencia conseguimos llegar a la playa. A nuestra espalda se encuentra el Roque Aderno (460 msnm), eterno espectador de Los Farallones de Anaga.
(17,35 h.) Después de realizar las fotos correspondientes, descansar y avituallarnos, volvemos por donde hemos venido. Alcanzamos el Faro de Anaga a las 19,03 h. y comenzamos a subir hacia las Casas de Tafada. Tremenda pendiente, la cual debemos acometerla sin prisas, pero con decisión. Pasamos por Tafada a las 19.54 h. para dirigirnos hacia Chamorga. Debemos tener en cuenta que en horario de invierno ya sería de noche, por lo que esta circunstancia debe ser tenida en cuenta a la hora de programar.
Pronto alcanzamos la Fuente del Junquito, la cual posee un grifo donde podremos refrescarnos. Sin perder de vista los Roques de Anaga, llegamos a un antiguo lagar, el cual se utilizaba para tratar la uva, repartiendo el mosto posteriormente por los caseríos de Anaga. Dejamos atrás dos jóvenes dragos y una casa – cueva, continuando hacia el Barranco del Higueral, próximo al Caserío de Las Palmas de Anaga. Antes de llegar al barranco encontramos, a la derecha, un camino con la marca de sendero no correcto, el cual se dirige en descenso hacia Los Orobales – Las Breñas, cerca de los Roques de Anaga. La mayor parte del trayecto presenta continuos derrumbes del sendero, debido a las lluvias recientes. Entre bancales de antiguas tierras de cultivo, continuamos hacia la costa. Llegamos a un precipicio con dos barranqueras a los lados, las cuales muestran una inestabilidad del terreno. Esta parte presenta un acceso dificultoso para bajar hasta la costa, aunque con paciencia conseguimos llegar a la playa. A nuestra espalda se encuentra el Roque Aderno (460 msnm), eterno espectador de Los Farallones de Anaga.
(17,35 h.) Después de realizar las fotos correspondientes, descansar y avituallarnos, volvemos por donde hemos venido. Alcanzamos el Faro de Anaga a las 19,03 h. y comenzamos a subir hacia las Casas de Tafada. Tremenda pendiente, la cual debemos acometerla sin prisas, pero con decisión. Pasamos por Tafada a las 19.54 h. para dirigirnos hacia Chamorga. Debemos tener en cuenta que en horario de invierno ya sería de noche, por lo que esta circunstancia debe ser tenida en cuenta a la hora de programar.
Observaciones:
Alcanzamos el vehículo
siendo las 20,18 h. Hemos realizado un recorrido de 10 kms, aproximadamente,
invirtiendo 5 horas, por un terreno con desniveles importantes, incluyendo el
tiempo empleado para las anotaciones, avituallamientos y las fotos realizadas.
Para información líneas bus : www.titsa.es . También en el
teléfono 922 531 300.
Asunto relacionado:
El bosque de Laurisilva está compuesto de grandes árboles y plantas
trepadoras, cuyas hojas se parecen a las del laurel (hojas lanceoladas, muy
anchas, duras y perennes), de lo que deriva el mencionado nombre de Laurisilva. Los Alisios, de componente noreste, son
los vientos dominantes en Canarias. No son vientos que suelen originar lluvias
abundantes, pero si están cargados de humedad. Cuando éstos vientos ascienden
por las laderas de las montañas más altas, el aire húmedo se condensa y se
forman masas nubosas, denominadas “Mar
de Nubes”. Estas
formaciones reducen y suavizan las temperaturas. Es en este entorno donde ha
sobrevivido la Laurisilva, que es
una formación boscosa compuesta de especies con hojas de tipo laurel
(viñátigos, tiles, sanguinos, laureles, barbusanos, adernos, mocanes, delfinos
y palos blancos), perennes y que se corresponden con las zonas orientadas al
norte , entre 400 y 1200 metros de altitud. Con temperaturas muy suaves durante
todo el año, entre 12º y 14º C de media , y sin abundancia de precipitaciones,
es el bosque de Laurisilva el que
actúa de esponja, atrapando el agua entre su densa vegetación y aportando gran
cantidad de agua al suelo.
Por debajo de la Laurisilva se encuentra el Fayal – Brezal (acebiños, brezos, torviscas, fayas). Al conjunto formado por la Laurisilva y el Fayal – Brezal es lo que se denomina Monteverde. Aunque tradicionalmente se empleaba el término de laurisilva (que en latín significa ‘bosque de laureles’) para denominar a este bosque propio de los archipiélagos atlánticos de Canarias, Madeira y Azores, actualmente se prefiere usar el término de Monteverde. También destacar las flores y hierbas que constituyen el sotobosque, donde tenemos el bicácaro, bejeques, verodes y los helechos.
Por debajo de la Laurisilva se encuentra el Fayal – Brezal (acebiños, brezos, torviscas, fayas). Al conjunto formado por la Laurisilva y el Fayal – Brezal es lo que se denomina Monteverde. Aunque tradicionalmente se empleaba el término de laurisilva (que en latín significa ‘bosque de laureles’) para denominar a este bosque propio de los archipiélagos atlánticos de Canarias, Madeira y Azores, actualmente se prefiere usar el término de Monteverde. También destacar las flores y hierbas que constituyen el sotobosque, donde tenemos el bicácaro, bejeques, verodes y los helechos.